La imagen de los miles de insurrectos alzados en armas junto a Villa y Zapata en el periodo 1910-1919 aún hoy alimenta la imagineria popular más allá de las fronteras mejicanas. Aquella ola insurrrecional, guerrillera, llevaba consigo y dejaba tras de si el grito de sus reivindicaciones «Tierra y Libertad». Hoy, en el año 1917, aquel grito -o el eco del mismo si se prefiere- aún resuena en diferentes puntos de los territorios mejicanos donde además no ha dejado de hacerlo en estos cien años con una u otra intensidad, con una u otra suerte.
«México armado: 1943-1981» es un libro de la aguda investigadora social Laura Castellanos que en el ha ido desentrañando ese periodo de luchas por reivindicaciones sociales, económicas y políticas, cuatro décadas, durante las cuales “más de una treintena de siglas y nombres de grupos subversivos alzados en armas” mantuvieron las esperanzas de sus predecesores Villa y Zapata, traicionados y muertos, y generaron otras nuevas; es el testimonio de una lucha revolucionaria por reivindicar la justicia social y democrática de quienes ofrendaron su vida y libertad por el pueblo, una lucha que aún hoy continua con una crudeza que evidencian nombres de lugares como y hechos Ayotzinapa o Oaxaca, o cuando aparece otro México abiertamente armado con toda clase de facciones y el renacimiento de la guerrilla, desde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) hasta el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
“El relato abarca una secuencia cronológica que comprende [casi] todo el siglo XX […] puede apreciarse cómo la historia parte del campo, como escenario, va las urbes y retorna hacia el campo […] arranca con la defensa de la tierra por parte del dirigente agrario Rubén Jaramillo en Morelos, de los normalistas Arturo Gámiz en Chihuahua, Genaro Vázquez y Lucio Cabañas en Guerrero y prosigue con las guerrillas urbanas […]. A reserva de corroborar las cifras sobre el número de efectivos militantes y el tamaño de su base social […] el hecho de que organizaciones como el EZLN y el EPR se mantengan hoy activas y que en el país se perpetúen rezagos abismales en materia democrática, económica y social, le dan a la historia de la guerrilla en México una vigencia que debe ser analizada y comprendida”.
De todo ello y de su música hablaremos aqui. En «La Memoria».