Concluimos nuestro especial sobre beat’em ups con la etapa moderna. Con la llegada de las 3D y la muerte de los salones recreativos el género prácticamente desapareció, hasta que a finales de los 90 fueron surgiendo algunos tibios intentos de recuperarlo, como Fighting Force, Dynasty Warriors o Gekido: Urban Fighters.
Después, gracias a Clover/Platinum el beat’em up volvió con la fuerza de mil soles. Paralelamente Ninja Gaiden lo expandió hasta límites insospechados y nacieron sagas como God of War o Yakuza. También surgieron experimentos atípicos como Heavenly Sword, El Shaddai o Dante’s Inferno. Al mismo tiempo, desde 2008 un puñado de indies han recuperado las raíces en 2D gracias Castle Crashers, Scott Pilgrim, Mother Russia Bleeds o el reciente The friends of Ringo Ishikawa, entre otros.