Thomas Harris perfiló a Hannibal Lecter con las características del criminal mejicano Alfredo Balli Treviño, apodado el doctor Salazar, un cirujano antropófago que se comía a sus pacientes, y tomó de otro asesino caníbal, el inglés Robert Maudsley, su encierro de por vida en una jaula de cristal subterránea en la prisión de Wakefield, Inglaterra.
Con ambos desequilibrados mentales compuso el personaje de Hannibal el Caníbal, dotándolo de sofisticación intelectual, canibalismo y el esnobismo propio de un gourmet.
Inauguramos una serie de programas donde haremos un repaso por la historia de este epítome de la maldad que comenzó su andadura en el cine para después desarrollarse magistralmente en una serie de televisión que ya es producto de culto. En este appetizer, nos centramos en sus encarnaciones cinematográficas, con desiguales resultados.
La mesa está servida… esperamos que disfrutéis del menú.