“No podíamos creer que los aviadores soviéticos que nos habían ocasionado los mayores problemas, fueran en realidad mujeres. Esas mujeres no le temían a nada. Venían noche tras noche, en biplanos muy lentos, y durante algunos períodos no nos dejaban dormir en absoluto”.
Esto era lo que escribia un capitan aleman sobre las componentes del 588º regimiento de bombardeo nocturno sovietico, una unidad que se convirtió en mítica, épica, legendaria… tanto por su continuada y certera actividad como porque era de composición exclusivamente femenina, desde quienes pilotaban hasta quienes realizaban la más “común” tarea de logística.
Estas mujeres piloto a las que los alemanes denominaron “nachthexen” o “brujas de la noche” volaron todas las noches durante meses, en ocasiones hasta 18 misiones en la misma noche, realizando a lo largo de la guerra unos 24.000 vuelos de combate en los que dejaron caer sobre el enemigo alrededor de 3 millones de kilos de bombas, algo que hace comprensible que la frustración e impotencia que provocaban en el enemigo fue tal que los responsables militares nazis llegaran a prometer la Cruz de Hierro a todo aquel que consiguiera derribar un aparato de “las brujas de la noche”.
Al comienzo de su andadura tuvieron que enfrentarse al machismo existente tambien en el Ejercito Rojo donde muchos hombres se burlaban de estas pilotos, pero no tardaron en tener que admitir sus capacidades técnicas y destrezas, eficacia y precisión, coraje y espíritu de sacrificio, compromiso personal…, lo que las convirtió en heroínas de la URSS, del Socialismo y de la lucha antifascista.
De ellas, de su historia y sus gestas, hablaremos con Alberto Cruz, periodista, politólogo y escritor, autor de un libro sobre ellas.
Aqui, en “La Memoria”.