Hoy traemos un juego controvertido que decepcionó a los fans de la saga Metal Gear, pero que nos encantó a los fans del hack ‘n slash: Metal Gear Rising Revengeance. El retorno del odiado Raiden, ahora convertido en ciborg-ninja, dio lugar a un estupendo título de acción con una original mecánica basada en trocear a los enemigos. Tras su complicado desarrollo y estar a punto de ser cancelado, Platinum Games acudió al rescate del proyecto e hizo lo que mejor sabe: un frenético juego de acción con combates épicos, mucha cámara lenta y un delirante sentido del humor.
También hablamos del triste cierre de Visceral Games, estudio creador de la trilogía Dead Space que llevaba unos años trabajando en un prometedor juego de Star Wars capitaneado por Amy Hennig, la madre del mismísimo Nathan Drake. Más allá de la desgraciada noticia, esto nos lleva a cuestionarnos el estado de la industria y una peligrosa tendencia: ¿qué futuro les depara a los juegos comerciales lineales centrados en campañas para un jugador?