El 12 de Marzo de 1965 tuvo lugar un hecho de esos que aún permanecen semiocultos en los recovecos de la memoria democrática y antifascista: tuvo lugar en Mieres, localidad asturiana de la cuenca minera del Caudal, y fué de tal magnitud que a pesar de la férrea censura periodística del régimen fasciofranquista llegó incluso a las portadas de “The New York Times”: “Asturian Miners rush Police Station” (“Mineros Asturianos toman el puesto de Policía”).
Su importancia se debe a que es el primer enfrentamiento físico de masas con las FOP franquistas desde el final de la Guerra Civil, un asalto a una comisaria que se produce no por parte de un grupo guerrillero como alguna vez habia pasado en estas zonas donde la guerrilla antifranquista aún operaba pocos años antes, sino al final de una importante manifestación que según datos de la propia BPS (Brigada Politico-Social) habia congregado a más de 1.500 personas y las personas asistentes cifran en más de 5.000.
La crónica de “Mundo Obrero”, la publicación clandestina del PCE, relataba como miles de manifestantes se congregaron ante la comisaría exigiendo la libertad de varios detenidos en las protestas contra los despidos en la cuenca minera asturiana. “Un policía se dirigió a ellos desde un balcón diciéndoles: “¿Qué queréis?” Una mujer se quitó un zapato y se lo arrojó. Y como si hubiera sido la señal del asalto docenas de zapatos volaron hacia el balcón y los manifestantes se lanzaron escalera arriba para liberar a los detenidos”. La manifestación y el asalto a la comisaria de Mieres se saldaria con 53 personas detenidas, siendo 35 de ellas puestas a disposición del Juzgado de Orden Público, acusadas de delitos como “Sedición” “Asociación Ilícita” y “Desórdenes Públicos”.
De ello hablaremos con Pablo Alcántara, historiador e investigador asturiano. Aqui, en “La Memoria”.