Se suele poner a Braid como ejemplo de juego independiente que marcó un punto de inflexión en la industria, pero cuatro años antes un joven japonés ya había creado él solito un título que ayudó a cambiar las cosas en el mundo de los videojuegos: Cave Story. La obra de Daisuke Amaya se basaba en el Metroid clásico de NES, con un escenario enorme y laberíntico por donde nos movemos mientras mejoramos nuestras habilidades y descubrimos que está pasando por esas cuevas. Tras salir de manera gratuita, años después tuvo revisiones mejoradas y ampliadas para todo tipo de sistemas e incluso una feísima versión en 3D.
Y hablando de productos absurdos, recuperamos nuestra sección cinéfila para hablar de las dos películas basadas en la saga Hitman. El Agente 47 está ahora de actualidad por su aclamada última entrega, pero en el cine no le fueron muy bien las cosas con las adaptaciones perpetradas en 2007 y 2015.